Comunidades Profesionales de Aprendizaje
Comunidades
Profesionales de Aprendizaje
No hay un
concepto único para definir una Comunidad Profesional de Aprendizaje; la idea
hace referencia a un grupo de personas que, de modo inclusivo y colaborativo,
se apoyan mutuamente, indagando de modo reflexivo, para aprender más sobre su
práctica en orden a mejorar los aprendizajes de los alumnos.
Si la propuesta
es crear una nueva cultura de aprendizaje para los alumnos, esto no sucede si
no se ha generado también una cultura de aprendizaje para los propios
profesores en donde exista conciencia de que si se trabaja en conjunto, todos
podemos aprender de todos, compartir logros profesionales y personales, y
también de las dificultades y problemas que se encuentran en la enseñanza, lo
que implica “reculturizar” la escuela para tender a incrementar su capital
social mediante el establecimiento de redes en donde se analizan, intercambian
experiencias y se reflexiona, conjuntamente , sobre lo que pasa y lo que se
quiere lograr, la revisión conjunta de la propia práctica, incrementa la propia
satisfacción y efectividad como profesionales en beneficio de los alumnos.
Cfr. (Ministerio de Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
La comunidad de
aprendizaje tiene semejanzas con la comunidad de práctica, ambas buscan romper
con el aislamiento de los docentes a través del intercambio y dialogo.
Las comunidades
de práctica son grupos sociales constituidos con el fin de desarrollar un
conocimiento, compartiendo aprendizajes basados en la reflexión compartida
sobre experiencias prácticas.
La Comunidad
Profesional de Aprendizaje permite focalizar el conocimiento
referido a la enseñanza y al aprendizaje de manera que la responsabilidad del
éxito de los alumnos sea asumida por todos los docentes. La
posibilidad de intercambiar con otros brinda confianza y seguridad y reduce la
resistencia al desarrollo de prácticas innovadoras.
Sobre el tema
Stoll, Fink y Earl, en 2004; nos obsequian está idea:
“Imagínese dos
escuelas. En la primera, los alumnos están aprendiendo, los docentes están
aprendiendo y la dirección está aprendiendo. La segunda es una comunidad de
aprendizaje. ¿Qué es lo que tiene ésta que no tenga la otra? Esta escuela sabe
cómo juntarlo todo, implicar a todo el mundo –incluidos los padres y la
comunidad– en una empresa colectiva que asegura que el aprendizaje individual
se suma en un todo coherente, teniendo como fin fundamental el aprendizaje de
alta calidad del alumno. El aprendizaje de los docentes y el conjunto directivo
no tiene lugar por sí mismo, sino en cuanto parte absolutamente esencial para
la mejora del aprendizaje de los alumnos”. (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
Un centro
educativo configurado como una comunidad profesional de aprendizaje se
estructura en torno las siguientes dimensiones: (Louis y Kruse, 1995;
Bolam, McMahon, Stoll y otros, 2005):
· Valores
y visión compartidos: Son construidas y compartidas en torno a las metas de la
escuela, comprometidas y focalizadas en el aprendizaje de los alumnos,
predominan altas expectativas y hay una cultura de mejora.
· Responsabilidad
colectiva por la mejora de la educación ofrecida: el personal está comprometido
por el aprendizaje de todos los alumnos, existiendo una cierta presión entre
compañeros para que todo el profesorado actúe en la misma dirección.
· Focalizada
en el aprendizaje de los estudiantes y en el mejor saber hacer de los
profesores: Se centra en la misión de incrementar las oportunidades de aprender
de los alumnos; lo que conlleva que los profesores se preocupan por aprender de
modo continuo, mediante la planificación, trabajo y enseñanza en equipo.
· Colaboración
y desprivatización de la práctica: relaciones cooperativas y apoyo mutuo como
un aprendizaje de la organización. Disposición a poner en común lo que cada uno
sabe hacer, solicitar ayuda a otros y aportarla, hay crítica de conocimiento y
retroalimentación.
· Aprendizaje
profesional a nivel individual y de grupo: todo el personal está implicado y
valora la mejora del aprendizaje profesional, hay un conjunto de actividades
dirigidas a tal finalidad. Se desarrolla una práctica reflexiva mediante la
indagación e investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje: observación
mutua, autoevaluación, investigación-acción… los datos se analizan y usan para
la mejora.
· Apertura,
redes y alianzas: las iniciativas externas son empleadas para analizar lo que
sucede internamente, el personal está abierto al cambio y por establecer redes
o alianzas con otras instituciones, hay idea de apoyo conjunto.
· Comunidad
inclusiva, confianza mutua, respeto y apoyo: Se cuida en extremo que todos los
miembros se puedan sentir activamente implicados. Las diferencias individuales
y la disensión son aceptadas dentro de una reflexión crítica que promuevan el
desarrollo del grupo. Cfr. (Ministerio de Educación y Formación del
Profesorado. España, 2018)
Una Comunidad
Profesional de Aprendizaje (CPA), ofrece un contexto favorable a prácticas de
enseñanza basadas en la evidencia, las discusiones entre los docentes se
centran en el aprendizaje de los alumnos y en la incidencia de las
intervenciones pedagógicas. Los maestros y profesores poco a poco se apropian
de conocimientos teóricos y los incorporan a un contexto práctico. La búsqueda
de evidencia y la investigación permiten avanzar en la solución de problemas
vinculados al aprendizaje de los alumnos.
Principios
fundamentales de un Centro Escolar como Comunidad de Aprendizaje Profesional
La existencia
de una CPA es para mejorar el aprendizaje de los estudiantes y hacer más eficaz
el trabajo del profesorado en la enseñanza. Dufour y Eaker (1998) ofrecen en
tres aspectos relacionados directamente con los desempeños del alumnado, que
surgen de las siguientes interrogantes. ¿Qué es, exactamente, lo que queremos
que todos los estudiantes aprendan?, ¿Cómo sabemos cuándo cada alumno ha
adquirido los conocimientos y habilidades clave? Y ¿Qué pasa en nuestro centro
escolar cuando un alumno no aprende? Cfr. (Bolívar & Antonio, 2017)
Ilustración 3 Principios de una Comunidad Profesional de Aprendizaje.
Reconstruir las
escuelas como lugares de trabajo compartido.
Sin cambios en
las estructuras organizativas y en la cultura escolar, no es posible configurar
los centros escolares como CPA. Frente esta realidad, las comunidades
profesionales de aprendizaje señalan una dirección capaz de encaminar a las
escuelas. Se trata de desarrollar contextos de relación cooperativa, donde
los distintos agentes (internos y externos) educativos, en una comunidad de
profesionales comprometidos en donde se logre contribuir a la reconstrucción
social y cultural del marco de trabajo de la escuela para su propio desarrollo
profesional. Se pretende, entonces, rediseñar los roles y trabajo del
profesorado para promover un sentido de comunidad en el centro, con
unas relaciones de colegialidad y colaboración que, implicando al profesorado
en el desarrollo de la institución, conduzcan a un compromiso por parte del
personal con las misiones consensuadas del centro. Los investigadores ubican el
trabajo en proyectos conjuntos puede como un medio idóneo inicial para efectuar
la transición del individualismo a la comunidad profesional.
Crear y
desarrollar comunidades profesionales de aprendizaje depende de diversos
procesos dentro y fuera de la escuela:
· Centrarse
en los procesos de aprendizaje. El desarrollo profesional permanente
es más efectivo si está basado en el contexto de trabajo y en las oportunidades
incidentales que ofrece la práctica: aprendizaje experiencial, práctica
reflexiva, socialización profesional, investigación acción, asesoramiento. La
autoevaluación es fuentes de aprendizaje, a partir del análisis de datos y toma
de decisiones en planes de acción. Del aprendizaje individual se pasa al
colectivo mediante la transferencia y creación de conocimiento que supone el
intercambio con los compañeros en una empresa colectiva.
· Liderar
las comunidades profesionales de aprendizaje. Desarrollar CPA requiere
apoyo activo de liderazgo a todos los niveles. Se necesita la creación de una
cultura favorecedora del aprendizaje, asegurar el aprendizaje en todos los
niveles de la organización, promover la reflexión e indagación, y prestar atención
a la cara humana del cambio. Si queremos que todos los profesores sean agentes
de cambio, el liderazgo debe tender a ser distribuido o múltiple.
· Desarrollar
otros recursos sociales. Unas relaciones colegiadas productivas se
basan en la confianza y el respeto.
· Gestionar
los recursos estructurales: tiempo y espacio. Las oportunidades de
intercambio se ven facilitadas por el empleo del espacio y tiempo en un centro
escolar. Los factores espaciales pueden incrementar o inhibir las oportunidades
de aprendizaje colectivo.
- Interacción y relación
con agentes externos. Una comunidad profesional no puede
subsistir aislada, precisa de apoyo externo, relaciones y alianzas. Local,
servicios sociales y otros agentes o instituciones. Por último, en la
sociedad red, los centros escolares tienen que establecer redes con otros
centros educativos de su zona para apoyo e intercambio mutuo.
Cfr. (Krichesky & Murillo, 2011)
Cultura y
política de colaboración escolar.
La persistencia
de normas de privacidad, aislamiento e individualismo generadas por el a lo
largo de su historia por los Centros Educativos ha legitimado las estructuras,
relaciones y condiciones de trabajo organizativo, y se reflejan en el
funcionamiento del centro escolar como un agregado de comportamientos
individuales, muchas veces los contextos son poco propicios para el aprendizaje
profesional y las mejoras organizativas. Se requiere romper esa cultura
individualista, promover la colegialidad y el trabajo en
colaboración. En centros educativos donde las normas profesionales y
estructuras organizacionales favorecen y sostienen un desempeño individual de
los docentes, tienen desventajas ante otras donde se promueve un trabajo
profesional más colectivo. La calidad de los resultados es frecuentemente más
alta en centros educativos donde se ha desarrollado una cultura colaborativa, y
que la disposición orientada hacia el progreso es más fuerte donde la gente
colabora de manera permanente en su trabajo. (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
Una CPA no nace
espontáneamente, requiere tiempo, recursos pedagógicos, asesoría, así como
esquemas de seguimiento, evaluación y estímulos de índole profesional. Estos
procesos no son innatos, sino que están asociados a las capacidades de los
equipos directivos a ser desarrolladas mediante procesos de formación, de
colaboración y de intercambio entre pares. Para favorecer la cultura de
colaboración es necesario que los equipos directivos organicen el trabajo
escolar con tiempos y medios para que los docentes colaboren unos con otros.
(Ministerio de Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
La colaboración
necesita ser promovida de manera formal y estructurada Esta manera de funcionar
apunta a promover una reflexión profunda y colectiva en relación a los desafíos
pedagógicos vinculados con los aprendizajes de los alumnos. La mejora escolar
pasa por desarrollar el capital social de los docentes. Son los equipos
directivos los que pueden establecer orientaciones para favorecer la
colaboración social entre los equipos docentes y su aprovechamiento individual.
(Ministerio de Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
Una de las
prácticas claves de un liderazgo efectivo, es la orientación y sostenimiento de
una cultura profesional colaborativa. Los equipos directivos efectivos valoran
las actividades colaborativas y favorecen la confianza mutua entre los
docentes. Ellos crean estructuras que facilitan el desempeño del trabajo colectivo,
crean tiempos y espacios comunes de planificación, establecen estructuras
grupales para la resolución de problemas y promueven una mayor distribución del
liderazgo en tareas específicas asociadas al proyecto de mejoramiento escolar.
(Ministerio de Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
La comunicación
eficaz es un factor clave de desarrollo de una CPA. Se necesita transmitir con
claridad y de forma consistente cuáles son los propósitos de la escuela, la
comunicación más poderosa es simple y sucinta: se trata de repetir las mismas
ideas en cada oportunidad que sea posible. Los Directivos y líderes informales
requieren congruencia entre sus acciones y discurso. En una CPA el liderazgo
distribuido se fomenta abiertamente por medio de prácticas en la que los
miembros de los equipos directivos actúan como mentores de otros docentes o
bien ejercían su influencia mediante procesos de coaching. (Ministerio de
Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
Articulación en el Centro
Educativo de una CPA por el liderazgo educativo
Entre las
características que definen una CPA, se encuentra el liderazgo escolar y el
apoyo constante del equipo directivo al aprendizaje colectivo del cuerpo
docente a fin de que éste responda eficazmente a las necesidades de aprendizaje
de los alumnos, implica retroalimentación entre los docentes y el liderazgo
educativo promueva e institucionalice este tipo de espacios.
Un liderazgo
pedagógico exitoso refiere a la contribución e impulso de la dirección para:
• Definir
la visión, los valores y la misión de la escuela;
• Mejorar
las condiciones de enseñanza y de aprendizaje;
• Rediseñar
y enriquecer el plan de estudios;
• Mejorar
la calidad de la formación de los docentes;
• Diseñar
proyectos educativos dentro de la comunidad escolar;
• Enfatizar
en valores comunes.
• Implica
al Directivo contemplar una serie de dimensiones entre las cuales destacan:
o La
ideológica: hacer del éxito de los aprendizajes de los alumnos la prioridad del
centro escolar.
o La
organizacional: instaurar un clima favorable para el trabajo en equipo y para
la toma de decisiones colectiva.
o La
afectiva: lograr el trabajo conjunto de los docentes hacia el logro de
objetivos comunes vinculados a los aprendizajes de los alumnos.
o La
cognitiva: asegurar la mejora constante de la práctica docente a través de una
actualización permanente de conocimientos mediante un aprendizaje colectivo.
o La
pedagógica: favorece la toma de decisiones y de intervenciones pedagógicas
basadas en evidencia acerca de los aprendizajes realizados por los alumnos.
Una CPA
requiere que el equipo directivo se transforme en impulsor y facilitador a lo largo
de todo el proceso de gestación y desarrollo. Requiere de datos que permitan
validar los efectos de las intervenciones pedagógicas efectuadas. Los docentes
basan sus decisiones pedagógicas en hechos y pruebas que permitan evaluar el
progreso en los aprendizajes de sus alumnos. El uso de la información y la
capacidad de utilizar la investigación son dos variables que producen un
co-efecto positivo para la mejora de los aprendizajes.
La formación
del profesorado en los centros.
Puede
entenderse y llevarse a cabo como una serie de relaciones y actividades,
encaminadas a ir construyéndolas en colaboración y mirando nuestro centro como
una organización que aprende, los centros merecen ser entendidos no sólo como
un lugar dispuesto para que los estudiantes aprendan; también en donde los
profesores aprendan y se desarrollen para desempeñar bien su trabajo. Es
factible ver nuestra profesión, como un proceso permanente de revisión,
aprendizaje y consolidación contrastada de las propias concepciones pedagógicas,
capacidades y actitudes, repertorios de trabajo, modos de pensar y encontrar
sentido personal y social a su ejercicio. (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
La formación en
un centro educativo, contempla cuando las teorías pedagógicas no son
suficientes por sí mismas para “formar” al profesorado, mejorar las
organizaciones escolares, la educación y sus resultados. Los prácticos van
construyendo a partir de su experiencia, aunque dignos de atención, no
constituyen por sí mismos criterios suficientes para determinar qué se ha de
hacer, con qué propósitos y con qué tipo de metodologías. Los colegiados pueden
analizar las diversas actividades de formación capaces de
favorecer propiciar espacios, tiempos, diálogos e influencia
recíproca entre el conocimiento disponible y la experiencia, relacionando la
interpretación de los profesores con su práctica. La formación profesional
impacta la cultura escolar y tiene presente la reflexión e intercambio
colectivo sobre el aprendizaje de los alumnos. (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
En una CPA aún
el aprendizaje informal e individual debe llegar a ser colectivo, sistemático y
sostenido en el tiempo. El equipo de profesores se compromete en un diálogo o
debate sobre la calidad del trabajo con los alumnos, o cuando analizan
conjuntamente los resultados de la evaluación, esto tiene una influencia
directa en el proceso de aprendizaje de los profesores. Es
importante organizar el trabajo diario de modo que apoye el aprendizaje del
profesorado. El intercambiar el conocimiento y habilidades suelen contribuir a
desarrollarlo. Pero en una cultura de intercambio, el tiempo y espacio para el
diálogo común pueden ser imprescindibles y bien aceptados. Es factible desarrollar
enfoques alternativos al aprendizaje del profesorado: los equipos de
investigación, reuniones, planificación común, observación en clase, las
charlas de café, pueden promoverlo. Es preciso contar con datos externos o de
la autoevaluación sobre el nivel de aprendizaje alcanzado por los alumnos. Las
metas claves del desarrollo profesional deben vincularse con programas de
revisión y evaluación del aprendizaje de los alumnos. Si las estructuras
organizativas son importantes, también lo son los valores, creencias y normas
que favorecen el aprendizaje del colectivo. (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
Una CPA que se
transforme en un equipo que investiga y que toma decisiones en base a la
evidencia. El acompañamiento de especialistas es clave para que los docentes
construyan conocimiento que permita la mejora en los aprendizajes. Son agentes
dinamizadores clave para promover el trabajo colaborativo para guiar, orientar
y acompañar a los colectivos docentes en el intercambio acerca de los problemas
referidos a los aprendizajes de los alumnos y en cómo solucionarlos.
La creación y
el sostenimiento de un clima de trabajo concertado: pactos colectivos e
institucionales; puede permitir seleccionar temas, problemas o proyectos, crea
implicación para ver los atender a los conceptuales, definirla en la práctica y
ahondar la comprensión individual y compartida, concernir teoría y práctica,
expandir y enriquecer los repertorios de ideas y capacidades para enfrentar la
profesionalización.
Elaborar y
desarrollar proyectos de acción basados en la comprensión y propósitos,
traducirlos a hipótesis de trabajo sobre qué hacer, cómo, en qué condiciones,
con qué compromisos y determinar cuáles podrían ser evidencias aceptables tanto
sobre la calidad de las dinámicas de trabajo como sobre los aprendizajes
alcanzados. Compartiendo la implementación, analizando causas y tomando sobre
la marcha las decisiones oportunas, basadas en el análisis, reflexión y crítica
educativa.
Una muestra de
la diversidad de actividades en los centros, entendidas como un continuo de
aprendizaje que podríamos realizar son:
· Consulta
y trabajo sobre algún tema con expertos.
· Coordinación
y liderazgo de algún proyecto por parte de profesores del centro.
· Amigo
crítico.
· Evaluación
crítica de la calidad del centro.
· Investigación-acción.
· Contarse
historias docentes.
· Crear
y sostener un periódico escolar del profesorado
· Presentar
y analizar experiencias de aula.
· Formación
recíproca entre iguales.
· Creación
de grupos para la resolución de problemas.
· Relatos
sobre trabajo de aula o incidentes significativos.
· Discusión
a fondo sobre aprendizajes básicos a lograr con los estudiantes.
· Conversación
presencial u on-line.
· Análisis
y evaluación de materiales, portafolios docentes o trabajos de los estudiantes.
· Narración
de experiencias formativas valiosas.
· Estudio
de casos prácticos.
· Redactar
textos sobre cuestiones organizativas o pedagógicas.
· Desarrollo
del currículo del centro y elaboración de unidades didácticas
· Elaboración
Colegiada de la Ruta de Mejora.
· Seguimiento
de las estrategias globales.
· Un
taller de redacción sobre temas docentes.
· Observación
reflexiva de prácticas.
Los procesos de
formación forman parte de proyectos cíclicos y continuados de mejora. No son
episodios limitados en el tiempo, son una forma de desarrollo sostenido e
integrado en la cultura y dinámicas organizativas, un modo regular de ser y
hacer centros, de ser y hacerse profesores, construyendo valores e ideas,
capacidades y prácticas, deontología y sentido de la profesión, cuya finalidad
garantiza el derecho de todos los estudiantes a la educación. En ellos
se cuida con esmero la creación de condiciones, roles, recursos,
compromisos, estructuras, sentido de pertenencia, lealtad, rendición de cuentas
y apoyos de diversa naturaleza, así como liderazgo educativo.
El rol de
asesor como promotor del cambio.
En muchos
lugares del mundo el asesoramiento se está construyendo y armándose de acuerdo
a los contextos político, educativos y sociales. Cómo hemos analizado la
evolución de su conceptualización, se mira como un servicio indirecto que recae
sobre los profesionales, agentes de cambio. A través de la interacción o
comunicación bidireccional ofrece su ayuda, no limitar la capacidad de elección
y decisión del asesorado, es entre profesionales del mismo estatus, los
participantes pueden ser individuos, grupos o instituciones, pero la
perspectiva es de equipo, trata sobre la práctica, trabaja sobre la base de
acuerdos negociados, acompaña la resolución del problema con la capacitación
para enfrentarse con éxito a situaciones similares.
El
asesoramiento en una CPA, se asienta sobre tres ejes nucleares: los
procesos de enseñanza–aprendizaje, la colaboración profesional entre docentes y
la metodología de proceso. Rodríguez nos ofrece algunos principios ideológicos
y de procedimiento básicos como una vía de comprensión, suficientemente
orientada y flexible como para caminar y entender el asesoramiento:
- “Práctica de servicio, basado en prácticas de dinamización, mediación, apoyo y sostenimiento para que los centros y proyectos encuentren su camino y cumplan con los fines para los que fueron creados.” (Romero, 1999)
- “Práctica situada, pues varía en función de los diferentes rasgos culturales, profesionales y tipológicos, la orientación y los elementos/componentes más relevantes que muestran la realidad, el proceso y el estadio de desarrollo en que se encuentra cada centro o grupo de profesores sobre el que se dirige la acción.” (Romero, 1999)
- “Práctica en
desarrollo, pues no es uniforme, ni puntual, sino
consecuencia de un proyecto de desarrollo, con su propia cultura y las
fases y elementos potenciadores y minimizadores particulares propios de
cada momento. Así el asesoramiento debe evolucionar al mismo tiempo que lo
hace la capacidad y el compromiso de los propios asesorados, desde modelos
más dirigidos y palpables, hacia otros de facilitación y de presencia
crítica menos visibles a lo largo del proyecto, pero igualmente
relevantes.” (Romero, 1999)
- “Práctica comprometida, pues igual que no vale cualquier tipo de
mejora, tampoco lo es cualquier práctica de apoyo. Y ese compromiso va más
allá de la orientación administrativa o institucional, para dirigirse
hacia otros propósitos morales y deontológicos, que buscan una
construcción conjunta de capacidad y responsabilidad por la mejora
significativa y cualitativa, que incida en procesos de mejora del binomio
calidad y equidad para todos.” (Romero, 1999)
- “Práctica dialogada, tanto por la necesidad de negociarla, como de compartir e intercambiar perspectivas y opiniones hasta que vaya convergiendo en una comunidad de discurso. Sin ello, como denuncian Martín y otros (2005), nada asegura que asesores y profesores están hablando de los mismo.” (Romero, 1999)
- “Práctica costosa, puesto que el cambio no es fácil, ni rápido,
ni se mantiene indefinidamente en el tiempo, sino que es fruto de un
esfuerzo mantenido, una labor de cultivo y la exploración constante de
redes y apoyos, que fortalezcan el proceso, ámbitos y revulsivos que lo
mantengan vivo, un conocer inhibidores y dificultades para superarlas
dialécticamente y una labor que exige un justo equilibrio entre visión,
utopía y compromiso (para alumbrar, que no deslumbrar) y dosis
significativas de pragmatismo y realidad (para no desesperarse o querer
cosas imposibles –de momento-.” (Romero, 1999)
Domingo Segovia ofrece en
su enfoque una serie de aspectos a contener en un modelo de asesoría
pertinente:
- Un enfoque orientado predominantemente hacia procesos, aunque trabajando sobre contenidos o dimensiones de mejora claramente delimitadas. Se mira recreación del cambio, sus condiciones y sus consecuencias y una consciente toma de posición y partido, pero sin juicios de valor, basada en interacciones de colaboración profesional, los Centros son autónomos y responsables.
- Un modelo de cambio democrático, participado en forma coherente, responsable y comprometida, guiado por unos principios de actuación.
- Un modelo de colaboración profesional basado en un compromiso ético y deontológico en busca de la mejora de los aprendizajes para todos.
- Unas fases apropiadas
para generar, dinamizar y promocionar el conocimiento profesional:
- hacer emerger y
compartir el conocimiento tácito, incluso ayudando a identificar los
inhibidores que impiden optimizar el proceso de desarrollo;
- verbalizar y crear
conocimiento explícito, actuando, en cierto modo como pintor de sueños y
realidades y mediador de conocimiento;
- justificar y
argumentar procesos, decisiones y significados, fundamentalmente desde
procesos de reflexión individual y colectiva y desde el contraste de
perspectivas y razones;
- construir una
concepción y visión de conjunto compartida, creando comunidad discursiva
e identificación con los contenidos y los procesos del cambio
emprendidos;
- expandir este
conocimiento en nuevos miembros o en redes.
- Unas funciones redimensionadas: comunicación, intercambio, corresponsabilidad, innovación…
- Una gramática de cambio horizontal y desde la innovación, con supervisión crítica, un enfoque integrador de prácticas, ideas, apoyos, esfuerzos… holístico, con visión sistémica y una determinadas maneras de hacer más allá del servicio al que se pertenezca y constructivista, guiado a la autorreconstrucción y el desarrollo, desde zonas próximas de desarrollo potencial.
- Una concepción del
asesoramiento democrático, con saber cómo mediador y aprendiz,
con identidad construida personal y biográficamente.
Cfr. (Domingo, 2003)
El
asesoramiento ha emergido en el mundo como un proceso de ayuda a la
(re)construcción en una plataforma de argumentación y debate, que dinamiza
procesos de desarrollo curricular, profesional e institucional, en su
implementación en importan los roles que se asuman en el ejercicio
de la función. Constituyéndose esta función en un marco amplio de acción
compartida, de colaboración y de ejercicio de un liderazgo capacitador,
educativo, democrático y transformador, en el que el asesor actúa de manera que
motiva y ayuda a que los otros (los verdaderos agentes de mejora) para realizar
sus acciones de manera más reflexiva y profesional. Implica una visión
estratégica diferenciada que mira las necesidades de los diferentes contextos.
Es necesario
que el centro acceda en un proceso continuo de autorrevisión para la mejora, la
función de asesoramiento es una pieza clave como apoyo del mismo, pero no es la
fundamental ni tiene porqué personalizarse en torno a una persona concreta. La
función y rol del asesor/a, así como de las tareas de las que se responsabilizarán
en cada centro concreto deben ser fruto de un proceso dialéctico de debate,
negociación y consenso en el seno de la Comunidad profesional de Aprendizaje.
Cfr. (Ministerio de Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
La función asesora
posee principios básicos de procedimiento que van a puntear las funciones desde
la perspectiva de reestructuración de los centros educativos desde a dentro:
· Trabajar
"con" en lugar de intervenir "en". Se dirige a construir
una relación de colaboración profesional e igualitaria para que el intercambio
comunicativo provoque una reflexión conjunta de la situación y se delibere
compartida y comprometidamente sobre las decisiones a tomar.
Cfr. (Domingo, 2003)
· “Desarrollar
más que aplicar, actuando como un facilitador de procesos. Busca contribuir a
que el centro educativo sea la unidad básica de formación e innovación en torno
a procesos de reflexión sobre la práctica. Implicar trabajar con la
ambivalencia sobre el cambio, reunir esfuerzos para la resolución de problemas
concretos/toma de decisiones/asunción de compromisos, establecer fases
progresivas hacia el logro, apoyar la energía y la creatividad del equipo de
trabajo, desde una ayuda proactiva y relación participativa. Actuar como
mediador y enlace en procesos de autodesarrollo, apoyando la implicación del
profesorado en dinámicas de reflexión, autocrítica, trabajo y compromisos que
capaciten al centro para autorrenovarse.” (Domingo, 2003)
· “Practicar
el arte de saber ir haciéndose cada vez más prescindible sin que disminuya un
ápice la fuerza y orientación del proceso de mejora.” (Domingo, 2003)
“El asesor
debería aproximarse a la idea desarrollada por Imbernón (1997), experimentando
"el papel de guía y mediador entre iguales, de amigo crítico que no
prescribe soluciones generales para todos, sino que ayuda a encontrarlas dando
pistas para saltar los obstáculos personales e institucionales y contribuyendo
a generar un conocimiento compartido mediante la reflexión crítica"
colegiada; pero cuidando especialmente no caer en la trampa de que en esta
ayuda entre iguales se le adjudique el rol de "experto infalible".
Lo que se concreta en torno a dos funciones fundamentales: el autodesarrollo y
la autoevaluación apoyados desde fuera.” (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
Cuadro 12. Autodesarrollo
y la autoevaluación apoyados desde fuera
|
|
Autodesarrollo apoyado
desde fuera
|
|
Busca y encuentra
recursos
Establece contactos Resuelve problemas Experto en contenido Facilitador/capacitador y co-investigador en la acción Coordinador |
Planificador
conjunto/consultor de planificación
Colaborador/asesor Inspirador/catalizador Modelador/creador de clima Formador (para la planificación del desarrollo). Asesor de proceso |
Amigo crítico/asesor
externo
Intelectual comprometido con la práctica, que se implica en ella y que experimenta y aprende con los demás |
|
Líder de grupos de
trabajo
Formador para la autoevaluación Recoge datos/observador participante “Espejo”/”pintor de retratos” Confidente/protector/defensor Asesor para la autoevaluación Hace investigación de mercado |
Evaluador externo
Moderador/validador Adversario/”Abogado del diablo” Memoria del grupo/informador Miembro del grupo de observación |
Autoevaluación apoyada
desde fuera
|
Funciones del asesor (Holly, 1991) (Ministerio de Educación y
Formación del Profesorado. España, 2018)
El asesor ha
virado hacia el ejercicio como “otro” agente de cambio que colabora en una
comunidad de aprendizaje para que ésta de forma autónoma y auto dirija se
desarrolle y mejore. La función se deberá abordar ajustadas a las
necesidades y capacidades de cada centro, con perspectiva de qué se entiende
hoy por: cambio, mejora, desarrollo profesional, institucional y curricular,
participación, colaboración, autonomía. El rol del asesor está en evolución y
se reconstruye progresivamente, se va conformando a medida que los
profesionales se ven involucrados reflexivamente en experiencias de
asesoramiento y en procesos de desarrollo, que le retan, le fortalecen
principios, consolidan maneras de hacer, entender y actuar o las enjuicia.
En la evolución
del asesoramiento se observa un desarrollo: que va desde posiciones de máximo
control/experto, hacia otros de mínimo control, otros de máxima dependencia
hacia otros de mayor autonomía con menos compromiso y responsabilidad, hacia
otros más implicados en la transformación:
Cuadro 13. Desarrollo de
la asesoría en el tiempo
|
|||
Máximo control
mínima autonomía |
¿Qué?
|
¿Con qué?
|
Perfil Asesor
|
Gestionar formación
(Acreditar– certificar)
|
Créditos, horas y
certificados de asistencia
|
Gestor/administrador
funcionario
|
|
Liderar procesos y
transmitir soluciones
|
Estrategias técnicas
psicodinámicas de solución de problemas
|
Experto, formador
consultor
|
|
Hacer utilizable el
conocimiento disponible
(dotar de poder)
|
Procesos de desarrollo
personal e institucional (conocimiento valioso)
|
Agente de cambio, Asesor
|
|
Mínimo control
Máxima autonomía |
Apoyo–facilitación a la
emancipación coherente
|
Procesos de
reconocimiento de la diferencia y de evitación de su exclusión
|
Amigo crítico, revulsivo
radical y emancipador
|
Visiones
del asesoramiento (Adaptado de Moreno y Arencibia, 2002) (Ministerio de
Educación y Formación del Profesorado. España, 2018)
Actualmente en
la asesoría es necesario tener estrategias y modos de hacer, que se ajusten
básicamente a los principios de actuación, para afrontar desde la flexibilidad
con un mínimo de orden, garantía y sistemática lo azaroso, lo inesperado, lo
incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas
sobre la marcha.
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